Contratos laborales: Así son ahora en España

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La crisis económica trajo consigo un incremento notable en el número de parados en España, a lo que sumó una acuciante necesidad de simplificar la maraña existente en cuanto a los tipos de contratos laborales se refiere.

En 2014 entró en vigor una reforma de los modelos de contratos que, además de agilizar los procedimientos laborales, incluyó bonificaciones y ayudas destinadas a propiciar la contratación de jóvenes desempleados, parados de larga duración y personas con discapacidades.

Así las cosas, los 43 modelos que había de contratación se redujeron a cuatro grandes grupos: indefinidos, temporales, de formación y aprendizaje, y de prácticas.

Te contamos cuáles son las principales características de cada uno, pero recuerda que para profundizar en las particularidades de cada tipo de contrato de trabajo y para resolver cualquier tipo de duda o problema siempre tienes a tu disposición la ayuda de los abogados laboralistas del Grupo Vilanova.

Contrato indefinido: aquel que empresa y trabajador acuerdan sin establecer su tiempo de duración, por lo que es el modelo más estable. Puede ser a jornada completa, parcial o servicios fijos discontinuos, y se puede realizar por escrito o verbalmente. No obstante, si alguna de las partes pide que sea por escrito debe hacerse así.

Contrato temporal: el empresario y el trabajador acuerdan que su vínculo tiene una fecha de finalización concreta. También puede ser a jornada parcial o completa, pero se cierra por escrito necesariamente. Hay varias modalidades de contratos temporales: contrato por obra o servicio (no puede superar los tres años); contrato temporal por circunstancias del mercado, acumulación de tareas o exceso de pedidos; y contrato temporal para sustituir a trabajadores con derecho a reserva del puesto de trabajo (interinidad).

Contrato de formación y aprendizaje: su objetivo es fomentar el acceso al mercado de trabajo de los jóvenes mayores de 16 años y menores de 25 –menores de treinta años hasta que la tasa del paro baje del 15%- que no tengan opción de lograr un contrato en prácticas al no tener la cualificación profesional necesaria. El empresario le ofrece al trabajador una formación reconocida y se le retribuye.

Contrato en prácticas: sólo se puede concertar con quienes dispongan de un título universitario o de formación profesional de grado medio o superior, o títulos reconocidos oficialmente como equivalentes, y permite al trabajador unapráctica profesional. El salario no podrá ser inferior al 60 o al 75 por ciento (primer y segundo año de vigencia del contrato) al establecido en el convenio para un trabajador en un puesto equivalente.

Los empresarios deben registrar en el Servicio Público de Empleo, en el plazo de los diez días siguientes a su concertación, los contratos que se firman por escrito o comunicar las contrataciones realizadas aunque no exista obligación legal de formalizarlas por escrito.

Por otro lado, los empresarios que quieran acceder a bonificaciones a la contratación deben saber que existen tanto para los contratos laborales indefinidos como para los contratos temporales de personas pertenecientes a determinados colectivos, como las que están en riesgo de exclusión social, los parados menores de 30 años, los discapacitados o las mujeres víctimas de violencia de género. Se trata de deducciones de la cuota que resultan de aplicar ciertos porcentajes a la misma y que redundan en una disminución de los costes de Seguridad Social de las empresas.

Si quieres conocer más a fondo los requisitos para la obtención de estos incentivos o sobre las tareas de administración de personal o confección de nóminas en tu empresa puedes ponerte en contacto con los abogados laboralistas del grupo Vilanova, la asesoría laboral líder en Alicante que te guiará y te tendrá al día con eficacia y calidad en esta área tan propensa a los cambios de normativas.

Resulta recomendable contar con ayuda desde el principio, pues los profesionales de asesoría para emprendedores del Grupo Vilanova te ayudarán a elegir la forma jurídica idónea para tu negocio y te prepararán la documentación necesaria para registrar y dar los primeros pasos de tu empresa.

Para ser autónomo, en primer lugar hay que darse de alta en el Impuesto de Actividades Económicas (IAE), en el censo de Hacienda y en la Seguridad Social.

Puedes cobrar la prestación por desempleo de una sola vez para emprender un proyecto empresarial como autónomo, pero esta capitalización del paro lleva aparejado un proceso que debes conocer.

Los trámites para autónomos con local propio incluyen, por su parte, las licencias de apertura express, de apertura de Actividades e Instalaciones y de obras.

Los autónomos que vayan a contar con empleados deben realizar la inscripción de la empresa en la Seguridad Social (nº de patronal) y la afiliación y alta de los trabajadores contratados.

El alta en el registro mercantil y el libro de visita son otros trámites a tener cuenta.

Debes saber también que desde el pasado 1 de enero, el porcentaje del IRPF que tienen que aplicar los trabajadores autónomos bajó del 19 al 15%.

Tus derechos y obligaciones se rigen por el Estatuto del Trabajador Autónomo, aprobado en 2007 y por el que se reducen notablemente las diferencias de los trabajadores por cuenta propia respecto al resto de los empleados.

Entre las posibilidades que ofrece el hacerse autónomo está el traspaso de negocios o el trabajar desde casa. El primero es una alternativa muy interesante si se elige bien, mientras que la segunda es una realidad al alcance de casi todos, gracias a Internet y al desarrollo de las nuevas tecnologías.

Ser autónomo no es fácil ni barato, no vamos a engañar a nadie, pues supone muchos gastos y una inversión importante.

Cuando te das de alta debes indicar cuál será tu base de cotización, ya que en función de la misma se establecerá la cuota mensual y la prestación futura que se tendrá.

Contar con una asesoría fiscal para la gestión del IVA, IRPF, Impuesto de Sociedades, etc… se antoja más que necesario, al igual que una asesoría contable que controle la facturación, las cuentas anuales, los cierres contables, etc…

Hay diversas subvenciones a las que puedes optar: tarifa plana para nuevos autónomos, bonificaciones para autónomos, de la Seguridad Social, para la conciliación…

Del mismo modo también hay préstamos específicos para los emprendedores. La asesoría laboral te gestionará todas estas ayudas, así como las cuotas de la Seguridad Social, las nóminas, las altas y bajas, las liquidaciones…

En Grupo Vilanova tienes todos esos servicios centralizados para poder invertir tu tiempo y esfuerzo en tu plan de negocio, algo fundamental para la viabilidad y buen futuro de tu empresa.

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